Borders Down

imagen de unav.edu

Hoy quiero hablaros de chavales extranjeros que han elegido Navarra para formarse.

Cuentan cómo hace años (es un chiste) dos de ellos, recién llegados, circulaban a la altura de Tafalla cuando descubrieron una industria metalúrgica, paralela a la carretera, con un gran rótulo que decía: «Aceros de Navarra». Uno de ellos, miró al otro y le dijo: «-¿Nos ‘acemos’?». «-¡Pues nos ‘acemos’!'».

Pamplona es una ciudad universitaria. Durante el curso académico nuestros estudiantes conviven con muchos otros jóvenes, de muy diversas procedencias, que llegan a Navarra atraídos por nuestra oferta educativa.

Esta circunstancia la hemos tenido siempre presente en el Departamento. De hecho, desde que tomé posesión de mi cargo, invitamos anualmente a los alumnos extranjeros que llegan a nuestras universidades a un acto de recepción institucional.

No se trata solo de un elemental deber de cortesía. Se trata de entablar un primer contacto y, además, de evitar que el «trajín y la exigencia académica» les prive de la oportunidad de conocer nuestras instituciones; y de animarles a descubrir en mayor medida la rica diversidad y oportunidades que ofrece Navarra.

Uno de los vínculos que hemos establecido con ellos es una modalidad de voluntariado, una iniciativa novedosa del Departamento, por la que decenas de estudiantes universitarios de otros tantos países visitan nuestros centros educativos de ESO y Bachillerato, públicos y concertados. Allí dialogan con nuestros alumnos sobre cuestiones de actualidad, sobre sus países o ciudades de origen y su historia, sus costumbres, sus aficiones, su sociedad, sus impresiones acerca de Navarra… Lo hacen, además, en su lengua materna, precisamente el idioma extranjero que estudian nuestros chavales.

El programa se llama «Borders Down» y supone un contacto personal e intercambio lingüístico y cultural muy interesante para ambas partes.

Hablando del mundo…

De este modo, en nuestras aulas se puede hablar sobre la música de Bruce Springsteen, en inglés, el Diario de Ana Frank, en alemán, los castillos del Loira, en francés, o… los mejores mates de la NBA, un rodaje de Woody Allen en París, la caída del muro de Berlín, la riqueza de los viñedos de California, el último episodio de NCIS… y todo en su «idioma original».

El programa promovido por el Departamento (ya es la tercera edición) cuenta con la esencial colaboración de la UPNA, de la Universidad de Navarra y de la escuela de negocios Foro Europeo.

Con ello, propiciamos la consecución de diversos objetivos:

• El contacto entre unos y otros jóvenes.
• Un mayor conocimiento de las diferentes culturas. 
• Que nuestros estudiantes avancen en el aprendizaje de otro idioma.
• El fomento y puesta en valor del voluntariado.
• El desarrollo de diversas competencias entre unos y otros chavales.
• Que el vínculo no solo se produzca entre estudiantes, sino que se fomente una relación entre distintas etapas y centros educativos. 

Entendemos que si, al final de su recorrido académico, los universitarios extranjeros deciden regresar a su país de origen, habremos podido reforzar un vínculo con esta tierra foral y podrán ser unos magníficos embajadores de Navarra (y de nuestra oferta universitaria) ante sus familias, amigos y entorno.

Si lo que deciden es permanecer en España, pueden valorar la posibilidad de emprender en Navarra; o de enriquecer con su servicio profesional a la comunidad que les ha acogido y formado en su etapa universitaria. Hacerse (eso sí, ¡con hache!) de Navarra.

La iniciativa está mereciendo la pena…