La novela de la vida

Todos, de una u otra manera, ayudamos a escribir la novela de la vida.

Para centrarte un poco, te diré que, más allá de los prólogos, ya vamos por el capítulo XXI. Concretamente, apenas acabamos de empezar la página 2019.

Está claro que para construir un gran relato necesitaremos muchos, buenos y variados recursos. Y que cada uno -tú y yo incluidos- cumpla lo mejor que pueda su función.

Déjame darle a la creatividad y jugar a la metáfora… sin mayores pretensiones. Si, además, logro aportarte alguna idea será para mí un regalo…

¡Hoy quiero un post ligero, después de tanto turrón!

Empezamos con los caracteres

Habrá letras mayúsculas. No te engañes: por grandes que parezcan no son más que las demás. Son, simplemente, distintas.

Si todos fuéramos mayúsculas… el texto sería un horror.

La diversidad nos enriquece; y lo esencial es que cada una de las letras lleve a cabo adecuadamente su misión. Para ello, es básico que cada una se sitúe allá donde sea útil, idóneo, correcto. Para que el texto no pierda calidad. Y a fin de evitar que toda una señora letra… acabe -por puro orgullo, por soberbia- siendo una errAta que, además, hace daño al resultado global.

Nadie es más que nadie

Y ni siquiera el orden en el abecedario significa mucho. Mira la a. Parecería destinada a ir en primer lugar…

Sin embargo, en ocasiones, la primera es la última. Y… hasta la última la primera: ¡zasca!

Las letras -lo advierto ya- tienen, generalmente, sentido pleno cuando se unen y trabajan en equipo: empiezan formando sílabas, continúan con palabras, frases… y aquello puede acabar en una magnífica historia.

Hay, como en la sociedad, letras más autónomas que otras: aquellas pueden ir, a veces, solas, mientras que las últimas suelen precisar de compañía. Pero donde menos te imaginas, hay una de estas con un insospechado plan b

Y hasta hay letras que definen, sin disimulo, su procedencia: ya griega, ya latina, ya de España.

Además de las letras, están los signos de puntuación u otros

Los hay que nos facilitan una pausa, un descanso. Y nos dejan respirar. Son necesarios en la novela vital.

Otros nos crean suspense… o nos abren un diálogo -esté o no previsto en el guion-.

Otros signos, nos hacen preguntarnos por cuestiones; incluso por algunos interrogantes importantes de la vida, ¿no?

Otros más, nos causan admiración… ¡nos generan emociones! o… ¡nos colocan en tensión!

Tenemos también las comas, que -a veces, a pesar de ser minúsculas- pueden cambiar todo el sentido de toda una frase.

También hay quien pone los puntos sobre las íes. A veces es imprescindible.

Una simple tilde… puede alterar el significado de toda una palabra.

Y luego están los espacios en blanco

Alguno dirá que no valen para nada. Falso. Nunca los minusvalores.

Quizás son un poco… como los ceros. Como ellos, tienen enorme importancia, aunque algunos no lo sepan, si los colocas donde procede.

¿Teimaginasestetextosinespacios? ¿O con ellos inad ec uad ament e posicionados?

Es importante -en fin- que, en semejante diversidad, como en la vida, nadie se sienta (porque no lo es) más que nadie. Pero todos sepan que tienen su razón de ser; todos la tenemos.

Como te apuntaba al inicio, acabamos de estrenar página: la 2019. Te animo a que ayudes a crear un bonito texto. Cumple tu función.

Estoy seguro de que estarás precisamente allí donde se te necesita. Siempre al servicio del conjunto del texto. Ese texto que empezaron a escribir los padres de los padres de los padres de… tus padres. Y que continuarán los hijos de los hijos de los hijos de… tus hijos, cuando tú ya hayas dejado huella en tu papel. Que de eso se trata…

Y, oye, hablando de dejar… te dejo. Y no es que me apetezca… Estaba muy a gustito hablando contigo, pero… acaba de presentarse el punto final.

Nota: ¡Shhh! Te invito a que mires este vídeo para que… relativices un poco todo lo que te he contado… Tampoco es cuestión de tomárselo al pie de la letra…

6 comentarios en “La novela de la vida

  1. Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
    Excelente comienzo de año, como no podía ser menos de un excelente autor.
    Me ha encantado el artículo, certero y original.
    Creo que la vida no consiste en arrancar hojas del calendario cada día que pasa, sino ir escribiendo una página más de nuestro diario. Y en este caso, más es mejor.
    Un saludo afectuoso!

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    • Buenos días, Jaír
      Pensé que había que hacer un guiño a la creatividad (sobre la que tú escribiste y tan bien lo hiciste) e intentar hacer un post diferente. Me alegro de que te haya gustado.
      En la vida, para bien -espero- o para mal -ojalá no- pasamos dejando huella… o rayas hechas.
      Espero que lo que hagamos sea para bien!
      Por intentarlo que no quede.
      Un abrazo

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