Mujeres, no objetos

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Quería escribirte sobre esto hace ya tiempo. Ponerlo negro sobre blanco. Quizás nos estemos «aclimatando» a algunas cosas de las que te voy a hablar . Pero -y aquí no hay un «quizás»- me temo que estamos empezando a recoger alguna que otra tempestad.

De cualquier manera el blog está para hacernos pensar… ¿O no?

Además, si callamos ¿quién dirá que el rey va desnudo? Ya conoces el cuento de Andersen.

No voy a hablar del rey -como el niño del relato-.

Sí que pretendo denunciar una situación. Sin estridencias, pero con el mismo desparpajo y claridad con que lo advirtió el chaval. No me considero precisamente un feminista radical (sí un radical defensor de la igual dignidad y derechos de todas las personas), pero no dudo coincidiré con muchas de aquellas -y aquellos- en mi hartazgo.

Un día cualquiera en una parada de bus

Un pequeño -como el de aquel cuento, pero este de verdad- sale de casa y nada más pisar la calle se da de bruces con una foto gigante de una joven en ropa interior. En actitud sensual. Aunque el chavalín aún no sabe qué es eso de sensual ni le importa.

Haga calor o frío, llueva, nieve o granice, allá está la esbelta joven, melena al viento. Podríamos decir que lo que el anunciante vende -poca tela y algo de encaje- es lo que menos se ve. Perdona que sea bruto, pero el ejemplo es real: lo que el pequeño no ha vivido en casa (y tiene madre y hermanas) se lo enseñan en la parada del bus escolar. Día tras día.

Otra mañana cualquiera en una tienda

En este caso es la madre del niño de la parada de bus. Treinta y tantos años. Se dirige a comprar en un comercio consciente de que habrá de superar un gran obstáculo. Un 40% de las mujeres tiene problemas para encontrar su talla de ropa: “Los consumidores se quejan de que las medidas no son reales”. Lo leíamos hace poco en un diario digital (aquí).

Más: La presidenta de la Federación de Mujeres Jóvenes, María Jesús Mage, subrayaba recientemente: “La industria de la moda te exige una imagen perfecta… Esta situación genera daños sutiles y estamos detectando muchos problemas de anorexia y bulimia, derivados de esta obsesión por los cuerpos 10”.

Mientras tanto, otra joven, a través de change.org, inicia una campaña contra la extrema delgadez de algunas modelos de pasarela. Y se plantean denuncias por la utilización de maniquíes anoréxicas. ¿De qué pretenden ser “modelo”?

Algunas de las que desfilaban han llegado, por cierto, a perder la vida por trastornos alimenticios

Por otros lugares

Ya no madre e hijo, la familia al completo, como tú o como yo, nos encontramos inopinadamente -vayamos donde vayamos- con tuneadas y esculturales figuras publicitarias, sobre todo femeninas. No pocas veces con un indiscutible grado de provocación y tan trampeadas como el Photoshop lo permita.

Mujeres retocadas a golpe de cincel digital, por si el entrenador personal, el bótox o la estética no han llegado a la “excelencia”.

La cruda realidad es que, con esos referentes, en pleno siglo XXI la mujer vive en determinados ámbitos una presión intolerable para mostrarse en todo momento «perfecta» en su apariencia externa.

Algo de eso te contaba en el post De la belleza (haz clic aquí).

Pues bien. Con imágenes similares de similares féminas pretenden vendernos de todo; y todo en una especie de falso “pack”: ya sea una bebida, o ese descapotable de lujo al que adjuntan une femme fatale, o aquel perfume embriagador que “las atrapa y enamora”.

Podríamos hacer un amplio elenco de la oferta con que -en la vida digital y en la real- nos hacen spam en esta materia…

Por no acabar mencionando los -para algunos también «normales»- anuncios de contactos, que siguen campando a sus anchas en diarios generalistas o en otros medios, y en los cuales la mercancía de uso y disfrute son, directamente y sin tapujos, las propias publicitadas. Que se alquilan.

Y después de este paseo, ¿un rato adicional de ocio?

Si vamos más allá del plano físico, constatamos que la actual sociedad mediática y mediatizada nos presenta como ¿referentes? a las «famosas».

No te hablo de investigadoras, científicas, académicas, empresarias… No. Aludo a esas que salen tanto en la tele, en revistas… hasta en la sopa, sin ser ejemplo de nada.

Mujeres -y hombres- de exclusiva al por mayor, de pública vida íntima. Esas que airean a golpe de talonario lo de que se les rompió el amor… O  -pasada semana y media- lo de que “se han vuelto a enamorar locamente” de alguien más. Y suma y sigue…

Cabe finalmente, pero no en último lugar, fijarse en los modelos “culturales” que se difunden en algunas series, películas, vídeos, videojuegosy hasta en el deporte, cuando directa o subliminalmente presentan a la mujer como objeto de exhibición o disfrute. Carrocería.

Todo eso es lo que come, bebe o respira (conscientemente o no) una parte de nuestra sociedad, infancia y juventud incluida.

No cabe usar al ser humano

Las personas fueron hechas para ser amadas y los objetos lo fueron para ser usados. El mundo va mal porque se aman las cosas y se usa a las personas.

Tenemos un problema. Y no es solo legal. Que a veces también lo es. Hablamos de valores. Hablamos de mujeres, no de objetos. De su dignidad.

Tomemos cartas en el asunto. Hay mucho en juego. Si no las tomamos… mal nos podremos quejar.

27 comentarios en “Mujeres, no objetos

  1. Gracias, José, por sacar a relucir algo de tantísima importancia.
    Me encantaría abundar en el tema pero me voy a tener que conformar con un par de apuntes:
    – Aplaudo tu llamada de «tomemos cartas en el asunto».
    – Al menos quejémonos, es un mínimo pero algo ayuda; el que calla otorga.
    – Conviene que reflexionemos sobre la propia capacidad de influir de cada uno, que es mucho mayor de lo que nos creemos. A modo de ejemplo, comento que he participado con éxito en campañas de recogidas de firmas pidiendo a alguna gran corporación que no se anuncie en programas lesivos para la dignidad de las personas, mujeres u hombres.
    – En esta cultura economicista y mediática mucha gente, profesionales de los medios, fabricantes, políticos, creativos, etc. dependen de las audiencias; ofrecen lo que creen que la gente «compra». Hagamos el vacío, y hagámoslo saber, a todo aquello que atenta contra la dignidad humana. Y también apoyemos lo que la promueve y eleva.
    – Muchos comerciales y líderes, incluso terroristas, logran sus objetivos a través de las RRSS. ¿No habrá una cierta obligación moral de «estar ahí» para hacer el bien y evitar el mal? Por supuesto y, quizá fundamentalmente, en la vida de «carne y hueso» habrá que actuar y hablar promoviendo la dignidad humana, pero además el mundo virtual necesita de gente «bien nacida».
    Un abrazo,
    JF

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  2. Tienes toda la razón y no puedo estar más de acuerdo contigo. Tampoco yo me considero un feminista pero creo que la mujer, los niños y la educación son las tres claves que mueven el mundo. Y este caso, lo que falta es esa educación, esos valores que tu dices. Valores que han sido sustituidos por la dictadura de la imagen y la satisfacción inmediata de toda las necesidades cualquiera que sean éstas. Me gustaría ver alguno de esos anuncios que comentas o programas de TV donde aparezcan y se cuente en detalle la vida de grandes mujeres que por su esfuerzo nos han dado un mundo mejor. También en los libros de las escuelas. Mujeres como M. Curie, E. Roosevelt y tantísimas otras, que con su inteligencia, su esfuerzo, su carisma, entrega y pasión no han dado a todos, hombres y mujeres, una vida mejor. No usemos a las personas independientemente de su género. Seamos capaces de ver más allá y seamos un poquito más inteligentes o enseñemos a nuestros hijos a serlo. Gracias por tu post y blog. Me gusta. Nos hace pensar

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  3. Ciertamente preocupante. Más preocupante aún es que las principales consumidoras de esas revistas «del corazón» son precisamente las mujeres a las que «cosifican». Es posible que la solución esté en las mismas mujeres,dando de lado a esas marcas y organizaciones que la desprenden de su verdadero valor.
    Gracias por el post.

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    • Muchas gracias por compartir.
      Fíjate, no tengo ya tan claro que no haya muchos hombres seguidores de lo rosa, lo amarillo, etc. No hablo sólo de las revistas del «cuore». Mucho programa de TV de peor «pelaje». Papel esencial el de las seguidoras. Pero no pequeño el de los varones: tenemos que ir todos a una. Nosotros podemos hacer mucho. Hay anuncios que van clara y directamente dirigidos a público masculino. Precisamente por eso utilizan de manera no aceptable la imagen de mujeres. Y «contaminan» la verdadera visión y respeto que cualquier persona y su dignidad merece.
      Un abrazo y gracias por aportar.

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  4. Es importante cuidar la salud y evitar la obesidad, pero es indignante esclavizarse a una determinada figura, a unos modelos sólo de lo esculturalmente físico. Todo lo que nos rodea provoca en las niñas y, sobre todo, en las adolescentes a buscar una «figura determinada» y si no se logra, y además las denominan «gordas», se quedan marcadas por una determinada exclusión. ¿Sabremos, desde todos los ámbitos: familia, escuela, trabajo y sobre todo medios de comunicación, ahondar en los verdaderos valores de una persona, y más en concreto de una mujer? ¿Dónde quedan la generosidad, el respeto, la delicadeza, la capacidad de razonar, la crítica constructiva, la autoestima, la ternura, el verdadero amor?. Realmente necesitamos parar, reflexionar y actuar. Gracias por tus reflexiones.

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    • Muchas gracias a ti, Inmaculada. Sí, necesitamos una mens sana in corpore sano. Y una sociedad saludable y respetuosa. Lo comentas muy bien. No puedo añadir nada más ni mejor. A ver si nos concienciamos todos de veras. Muchísimas gracias! Un saludo cordial

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  5. Como en otras ocasiones, das en el clavo, con elegancia y precisión.
    Te animo a mantener ese tono amable, a la vez que dices verdades como puños. Estoy seguro de que muchas personas, ellos y ellas, agradecemos tus letras. José Manuel

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    • Muchas gracias, José Manuel.
      Hay quien cree que hay cuestiones que pueden ser muy menores. Pero, al final… todo suma (en este caso resta) a la hora de perjudicar a la imagen, dignidad y respeto que mujeres y hombres merecemos.
      Un saludo muy cordial

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  6. Totalmente de acuerdo con tu articulo y gracias por sacar este tema, solo echo en falta una parte dedicada a los cientos de mujeres atacadas y acosadas por quienes vienen de otros lugares ( no culturas ) y que alguna prensa (casi toda ) calla por directrices no conocidas .
    Sabemos lo ocurrido en Colonia (Alemania) pero los hay cada dia y ahora en verano estos «invitados » de algunos politicos campan a sus anchas en festivales de musica , playas piscinas y etc.
    Todo hay que decirlo en defensa de nuestras madres ,hermanas, hijas y mujeres en general
    Quienes callan otorgan…
    Te deseo un buen dia.
    Juan

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    • Muchas gracias por tu comentario, Juan.
      El asunto de la violencia contra las mujeres tengo intención de abordarlo en otro post. Si no, se me disparan los 3 minutos, jeje…
      Un saludo y feliz día

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  7. Estoy totalmente de acuerdo con todo y es terrible que aún sabiendo las consecuencias, nadie quiera cambiarlo. Los medios de comunicación siguen dando imágenes falsas de la realidad y valores absurdos, con sus estúpidas publicidades engañosas y programas sin contenido. Sería bueno dedicarle el mismo esfuerzo y tiempo a crear valores que nos hagan felices y no esclavos materialistas.

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    • Veo con gozo, José Iribas, que cada vez somos más tus fans y los de este artículo en concreto. Abundando en tu llamada de «tomemos cartas en el asunto» me permito sugerir algunos escenarios en el que es fácil hacerlo, a saber:
      – En nuestra propia mente; al menos «registrando» algunos de los abundantes inputs que nos bombardean lesionando la dignidad. Es decir no asumiendo sin más que «es lo que hay».
      – Haciendo comentarios oportunos en el seno familiar. No es necesario grandes parlamentos; puede bastar torcer ligeramente el gesto. CONSIDERANDO, Y AYUDANDO A CONSIDERAR, QUE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN TIENEN SOBRE «MÍ» EL PODER QUE YO LES QUIERA DAR; NO MÁS.
      – Ídem en la oficina, la parada del bus, etc.
      – Difundiendo en las RRSS este artículo y otros similares. «Un grano no hace granero pero ayuda al compañero».
      ¡Sigue pidiéndonos «tres minutos», porfa!
      ABRAZO,
      JF

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    • Muchas gracias por participar, Eva.
      Seguro que estamos muchas más personas (e incluso entidades) que las que a veces nos parece que hay que sí queremos cambiarlo. Y promover valores y programas. Y en cualquier caso, aunque no fuésemos tantas… cada una tenemos la oportunidad de añadir una «gota al mar». Decía la M. Teresa de Calcuta que el mar no sería el mismo si le faltase esa gota. Y nosotros la pondremos! Hay mucho bueno por lo que trabajar. Un saludo muy cordial!

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  8. Él post o artículo de José, tiene una larga tradición en la formación de las competencias de los docentes y pedagogos, Tecnologia de la Educación. Poco o nada, parece que ha servido educar transversal al alumnado.

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  9. Hola, estoy muy de acuerdo con su artículo y me parecen fantásticas las conclusiones que saca al final: «El mundo va mal porque se aman las cosas y se usa a las personas», «Hablamos de mujeres, no de objetos. De su dignidad», «Tomemos cartas en el asunto»…

    Pero me gustaría hacer una reflexión. Dice usted: «No me considero feminista». Desconozco sus motivos para realizar dicha afirmación, pero sé que mucha gente rechaza el término porque tiene muy mala prensa o no les suena bien, sin embargo es necesario darle el significado real que tiene y no el que a cada uno le interese. El feminismo defiende que las mujeres debemos tener los mismos derechos que los hombres, esa es su definición objetiva y no cabe discusión alguna al respecto. Tan sólo es necesario ver su definición en la RAE:
    «Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres.»
    http://dle.rae.es/?id=HjuyHQ5
    Por tanto, una persona que no se considere feminista es alguien que no está a favor de que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres.
    Para cualquier discusión acerca del significado de cualquier otra palabra se usa un diccionario oficial, no parece lógico que se haga una excepción en este caso sólo porque haya gente a la que esta palabra «le suene mal» y prefiera inventar otros términos. Se puede estar más o menos de acuerdo con determinados grupos o determinadas ideas acerca de cómo lograr la igualdad, pero el feminismo es lo que es y ya es hora de que tenga un justo reconocimiento, tanto el término como propio el movimiento. Gracias al feminismo (y no gracias a ningún otro movimiento) las mujeres en países como el nuestro tienen una situación mucho mejor de la que tenían hace tan sólo unos años.

    Volviendo al tema inicial. Hace unos días vi un par de documentales relacionados con esto que me parecieron realmente interesantes, le pongo los enlaces en youtube y en español por si le interesa:

    Miss Representation (Miss Escaparate)

    The Mask You Live In (La máscara en la que vives)

    Un saludo

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    • Muchas gracias por su detallada e interesante aportación.
      Efectivamente tiene Ud. razón con respecto a la definición del diccionario de la RAE sobre el término feminismo (en su apartado o acepción 1).
      Obviamente, en este sentido, no cabe la menor duda: creo firmemente en dicha igualdad.
      Más, creo en la igualdad que recoge nuestro art. 14 de la Constitución. La de todas las personas con independencia de su sexo, raza, religión, o cualquier otra circunstancia o condición individual o social. Y por lo tanto, obviamente, en la igualdad entre mujeres y hombres.
      Es en este sentido (el del artículo 14) que no ciño exclusivamente mi apuesta a la igualdad entre mujeres y hombres. Aunque la defiendo, naturalmente. Le remito a mi post: Mujeres y hombres. Educación por y para la igualdad).
      Lo que quizás no expresé adecuadamente es que no pertenezco al denominado «movimiento feminista» (acepción segunda del término en el diccionario de la RAE). Creo que hay razones «allende el diccionario» que no se le escapan (por como acertadamente incide en la descripción literal y «escueta» del término) para que entienda que me sienta más cómodo como persona que defiende y cree en la idéntica dignidad e igualdad de derechos de los seres humanos no sólo sin distinción de sexos sino de cualquier otra circunstancia. Sí, como Ud da a entender, hay quienes utilizando el término han aprovechado para enarbolar otras banderas. Por ello prefiero escaparme de ese «ismo» y apostar y trabajar por la igualdad. Pero, insisto, nada que objetar a su análisis semántico. Y toda la legitimidad para defenderlo.
      Un saludo cordial

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      • Hola, gracias por su respuesta.
        En realidad la segunda acepción del diccionario dice «Movimiento que se apoya en el feminismo», es decir, es el movimiento que se apoya en la Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres. No veo que eso tenga nada en contra del artículo 14 de la Constitución ni de la igualdad de todos los seres humanos, todo lo contrario.

        Quizás en su crítica se está refiriendo a la ley de violencia de género. Prefiero no entrar a valorar ahora esta ley por no extenderme demasiado, sólo decir que el movimiento feminista no se resume en una ley concreta creada en España. El movimiento feminista (al que le debemos mucho) es internacional y con una larga historia. Parte de un problema de discriminación (que las mujeres tienen menos derechos legales que los hombres) y persigue un objetivo (igualar los derechos). Es similar al movimiento antiracista o antihomofobia, todos parten de un problema de discriminación y luchan por solucionarlo. Las ideas concretas y las leyes que se crean para lograr este objetivo dependen mucho de cada lugar y de cada momento, y pueden tener sus luces y sus sombras, como es lógico.

        Espero que entienda que mi respuesta no era sólo un análisis semántico, sino una defensa al feminismo en el más extenso de los sentidos. Defensa tanto al término en sí, como al movimiento. Hay personas que me han dicho que no les gusta decir que son «feministas» porque no les suena bien, por eso he insistido tanto en el significado.
        En cualquier caso, mi intención es aclarar conceptos. Por supuesto, cada uno puede preferir denominarse del modo que quiera.

        Un saludo

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      • Muchas gracias por sus explicaciones. No. Es verdad que no podemos ceñirnos al análisis meramente semántico y lo es también que hay aún situaciones lacerantes de desigualdad o discriminación en distintos ámbitos. Por ejemplo, por mencionar una concreta, la brecha salarial.
        Un saludo cordial y muchas gracias por participar en los comentarios al blog.

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